Después de 46 años de creado el Departamento de La Guajira, sigue en
pañales, como cualquier bebe recién nacido, dado que las diferentes autoridades
que han pasado por el Palacio Administrativo, han sido inferiores al reto de
enrumbar la Península por el sendero del éxito, el desarrollo y la búsqueda de
las metas del Milenio.
En los 46 largos años, los habitantes de La Guajira, han sufrido
de muchas epidemias, catástrofes y otros males de los cuales traumáticamente ha
salido; pero dela paquidermia, desgobiernos y la corrupción administrativa, no
ha podido salir y ha condenado a cientos de guajiros a vivir en la pobreza,
baja educación, paupérrimos servicios públicos y pésima atención en salud.
Hechos como estos ha llevado a que los jóvenes oriundos de este Departamento,
no sean competitivos en el contexto nacional, cuando deben enfrentar pruebas o
competencias con estudiantes o profesionales de otros departamentos como
Antioquía, Cundinamarca, Valle, Atlántico y en muy contadas excepciones los
guajiros ocupen los primeros lugares.
La Guajira está rezagada en los últimos lugares en casos como:
aseguramiento, infancia, adolescencia, salud pública, mortalidad materna y la
posibilidad de vida al nacer, es nula. No en vano hemos tenido cifras
exorbitantes, como la muerte de niños, que superó las 3.869 en los últimos 10
años, cifras suministradas por el entonces Director de Planeación
Departamental, Cesar Arismendi Morales.
Este departamento solo es primero en desastres, hambruna, sequía y
necesidades básicas insatisfechas, por lo que se necesita una verdadera
política estatal, con inversión social e infraestructura para llegar a una
verdadera competitividad.
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